Los investigadores y médicos del Hospital Universitario de Helsinki y de Hyvinkää han analizado el microbioma fecal de 72 sujetos sanos y 72 pacientes con enfermedad de Parkinson. Han constatado, en estos últimos, una reducción del 77,6 % de la abundancia de bacterias de la familia Prevotellaceae en comparación con sus homólogos sanos.
También se ha puesto en evidencia una correlación positiva y significativa entre la cantidad de bacterias pertenecientes al género Enterobacteriaceae y la gravedad de los síntomas (inestabilidad postural durante la marcha). Los investigadores continúan sus estudios para determinar si las modificaciones observadas en la microbiota intestinal son permanentes y se asocian a la progresión de la enfermedad y, por ello, a su diagnóstico. También esperan que sus descubrimientos permitan, en los próximos años, desarrollar mejores estrategias de tratamiento e incluso de prevención.