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Salud de la mujer

Salud íntima de la mujer: ¿cómo favorecer el confort urinario?

Las molestias urinarias son muy frecuentes en la mujer. De cada 10 mujeres, 9 declaran que ya han padecido molestias íntimas en el pasado.1 Las molestias urinarias forman parte de los trastornos más frecuentes. Descubramos cuáles son los signos y qué higiene de vida conviene adoptar para favorecer la comodidad urinaria cotidiana.

¿Cómo se instalan las molestias urinarias?

Algunas bacterias procedentes del intestino, las enterobacterias, pueden colonizar la uretra, el canal que permite el paso de la orina hacia la vejiga. Existen tres tipos de enterobacterias: Escherichia coli o colibacilo, Proteus y Klebsiella. En la mayoría de los trastornos, Escherichia coli es la bacteria causal. Esta última se pega a la pared de la vejiga y, una vez instalada, se multiplica.

 

Estas enterobacterias transitan por la capa hidrolipídica entre el ano y la entrada de la vagina.

¿Cuáles son los signos de las molestias urinarias?

Las molestias urinarias pueden producir signos como sensación de ardor en el momento de orinar, necesidad frecuente de orinar y orina turbia o maloliente… Para determinar de manera precisa la bacteria causal, se realiza un examen citobacteriológico de la orina (ECBO) en el laboratorio de análisis.

¿Por qué la mujer está más sujeta a las molestias urinarias?

En efecto, la mujer puede estar más expuesta a los problemas urinarios. Esto se debe, sobre todo, a razones anatómicas. En efecto, la uretra femenina es mucho más corta que la del hombre, unos 3 cm frente a los 20 del hombre, porque recorre toda la longitud del pene.

 

Así pues, aunque la mayoría de las veces la micción permite evacuar las bacterias intrusas, algunos microorganismos que favorecen las molestias pueden llegar con más facilidad a la vejiga.

 

Por otra parte, con la edad, el volumen máximo de orina que puede contener la vejiga disminuye. La capacidad de las personas de diferir la micción después de la aparición de la necesidad de orinar también disminuye, así como la velocidad del flujo urinario hacia la uretra.

La mujer menopáusica, más expuesta al riesgo de infección urinaria

En la menopausia, la mujer sufre cambios fisiológicos que pueden producir diversas molestias. Con la disminución de los estrógenos, la pared de la vejiga y el canal de la uretra se fragilizan y dan lugar a una pérdida de tonicidad de los músculos. En esta situación, es más fácil para las bacterias ascender por la uretra hasta llegar a la vejiga. Pueden producirse fugas de orina.

Una higiene de vida adecuada para favorecer la comodidad urinaria

Con el fin de mantener este equilibrio, es importante adoptar buenos reflejos en materia de higiene íntima:

  • Beber al menos 1,5 litros de agua al día.
  • Evitar llevar prensas demasiado apretadas y de materia sintética.
  • Limitar el uso de tampones y protegeslips.
  • Lavarse 1 vez al día con un producto de higiene íntima.

También es importante orinar antes y después de cada relación sexual para eliminar las eventuales bacterias.

 

Otros factores de riesgo pueden favorecer la aparición de cistitis, como el estrés, el tabaco o la menopausia.

Para recordar

  • Las molestias urinarias se deben generalmente a Escherichia coli (o colibacilo).
  • Para mantener el equilibrio, es importante seguir unas reglas de higiene adecuadas.

¿Quién puede aconsejarte?

Según tus necesidades, puede pedir consejo o consultar a un médico formado y competente en alimentación y micronutrición.
Para obtener las señas de un especialista cercano a ti, contacte con:

El Instituto Europeo de Dietética y Micronutrición (IEDM) en el 0810 004 336 o a través de su sitio web www.iedm.asso.fr

Nuestras referencias

  1. Sondage sur la Santé Intime des Femmes, Etude IFOP pour LJCOM | Rapport 715503| Abril 2023.