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Probióticos

Probióticos: la verdad sobre 10 mitos

Desde hace más de 30 años, el laboratorio PiLeJe se impone como pionero en el estudio de los probióticos. Aunque estos microorganismos actualmente están reconocidos por sus beneficios sobre la salud, todavía persisten numerosos mitos sobre el tema. Descubre en este artículo la verdad sobre 10 de ellas y las respuestas a las preguntas más frecuentes: ¿cuál es la diferencia entre probiótico y prebiótico? ¿Cómo y cuándo consumirlos? ¿Qué hacer en caso de toma de antibióticos?

Mito n.° 1 - Los probióticos son todos iguales.

Falso. Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en cantidad suficiente, proporcionan un beneficio para la salud del huésped.1 Se definen por el género, la especie y la cepa, por ejemplo: Lactobacillus (género) acidophilus (especie) ABC (cepa). La designación de la cepa es esencial, porque diferentes cepas de una misma especie pueden tener efectos distintos para la salud.2

 

Por lo tanto, cada cepa probiótica es única y no sustituible. Sus propiedades le son propias y no pueden extrapolarse a otras cepas, incluso procedentes de la misma especie.

 

La eficacia de un probiótico depende pues, de forma concreta, de la cepa que contiene: ¡es necesario leer bien las etiquetas, limitarse a la especie no basta!

Mito n.° 2 - Prebióticos, probióticos, posbióticos, ¡es lo mismo!

Falso. Aunque forman parte de la misma familia de bióticos, cada uno tiene una función distinta y unos efectos específicos.3

  • Los prebióticos son las materias primas utilizadas por la microbiota para optimizar su crecimiento. Se trata, por ejemplo, de ciertas fibras que no se digieren en el intestino.
  • Los probióticos son microorganismos vivos, esencialmente bacterias, que, cuando se ingieren en la cantidad adecuada, ejercen efectos positivos para la salud del huésped que los alberga.
  • Los posbióticos son metabolitos, es decir, sustancias fabricadas por las bacterias para actuar sobre el organismo que los alberga, asociadas a bacterias inactivadas.

Mito n.° 3 - Cuantas más cepas diferentes contiene un probiótico, más posibilidades existen de que sea eficaz.

Falso. La eficacia de un probiótico no depende del número de cepas que contiene, sino de sus propiedades específicas. Algunos probióticos monocepa, es decir, constituidos por una sola cepa, han demostrado su eficacia.5 Para elegir el probiótico más adecuado a la situación y las necesidades de cada uno, tanto si está compuesto por una sola cepa como por un complejo de diferentes cepas, el consejo de un profesional de la salud es esencial.

Mito n.° 4 – Cuanto más elevada sea la dosis del probiótico, más eficaz será el producto.

👉 No siempre. Lo que cuenta es la dosis «justa».

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un probiótico aporta un beneficio para la salud del huésped si se consume en la cantidad adecuada,1 por lo tanto, es esencial tener en cuenta su dosificación. Cada cepa tiene unas características específicas y una dosis óptima, determinada por estudios científicos. Esta dosis, generalmente expresada en UFC (unidad formadora de colonias), debe figurar claramente en el envase.4

Mito n.° 5 - Los probióticos solo están destinados a la flora intestinal.

Falso. Aunque se conocen sobre todo por su papel en el equilibrio de la flora intestinal,8 los probióticos también pueden actuar sobre otras microbiotas presentes en el cuerpo: microbiota vaginal, bucal, cutánea, etc. Cada uno de estos ecosistemas puede tener un impacto en diferentes funciones del organismo.

Detalles sobre la microbiota vulvovaginal

 

La microbiota vulvovaginal desempeña un papel clave en la salud íntima femenina.

 

Pero su equilibrio es frágil: variaciones hormonales, estrés, tabaco, alcohol, prendas de vestir o productos higiénicos inadecuados, duchas vaginales o calor intenso pueden fragilizarla y producir incomodidades, como sequedad o irritaciones.

mircrobiota vaginal

Mito n.° 6 - Los probióticos deben tomarse únicamente con una bebida fría.

👉 No obligatoriamente, pero cuidado con las bebidas demasiado calientes.

 

Los probióticos deben mantenerse viables hasta su llegada al tubo digestivo, donde ejercen sus efectos.

 

No es estrictamente necesario tomarlos con una bebida fría, pero es muy recomendable evitar las bebidas demasiado calientes, que podrían alterar su actividad e incluso destruirlos.6 Una buena práctica consiste en consumirlos con agua a temperatura ambiente, lo cual permite preservar su eficacia sin riesgos debidos al calor.

Mito n.° 7 - Los probióticos deben tomarse exclusivamente por la mañana en ayunas.

👉 Falso. El momento de la toma tiene su importancia, pero no es una regla general.

 

Lo esencial es preservar las cepas para que lleguen intactas al intestino, sin quedar atrapadas en el bolo alimenticio. Por lo tanto, se recomienda tomarlos al principio de una comida (ligera) o justo antes, pero conviene evitar consumirlos después de la comida, cuando los jugos gástricos son más activos.7

Mito n.° 8 - No sirve de nada tomar probióticos para proteger la microbiota durante un tratamiento antibiótico, porque los antibióticos destruyen las cepas probióticas.

Falso. Los antibióticos se utilizan corrientemente para tratar numerosas infecciones, destruyendo o inhibiendo el crecimiento de las bacterias patógenas. Sin embargo, su acción no es selectiva: además de centrarse en las bacterias responsables de la infección, también pueden alterar el equilibrio de la microbiota intestinal.12

 

En este contexto, algunas cepas probióticas específicas han demostrado, a través de varios estudios,13 unos efectos beneficiosos sobre el equilibrio de la microbiota intestinal. Por eso, a menudo se recomienda tomarlos desde el principio del tratamiento antibiótico y a lo largo de todo este tratamiento.14 Para optimizar su eficacia, se aconseja espaciar la toma de los probióticos al menos dos horas con respecto a la del antibiótico, para limitar su potencial interferencia.15

probióticos durante un tratamiento antibiotico

Mito n.° 9 - No se pueden asociar cepas probióticas con otros ingredientes (vitaminas, plantas, minerales).

👉 Falso. Estas asociaciones son posibles siempre que estén bien formuladas.

 

Numerosos complementos alimenticios asocian probióticos a otros ingredientes, como vitaminas, minerales o extractos de plantas. En efecto, varios estudios científicos han demostrado que estas combinaciones pueden tener efectos beneficiosos para la salud de los individuos, sobre todo ante ciertos desequilibrios frecuentes, como los debidos a los episodios invernales.12

No obstante, los probióticos son microorganismos vivos, por lo tanto, son sensibles a su entorno. La adición de otros componentes activos puede afectar su estabilidad y comprometer la viabilidad de las cepas en el producto final.13

 

Así pues, es esencial validar con cuidado estas asociaciones previamente, para garantizar que las cepas probióticas se mantengan activas y eficaces durante toda la vida del producto.

Estos conocimientos específicos, propios del trabajo con el ser vivo, son rigurosamente controlados por el laboratorio PiLeJe, que desarrolla, desde 1991, soluciones estables y eficaces, directamente en sus propios centros de producción.

Mito n.° 10 - Los probióticos no tienen interés cuando se goza de buena salud.

 👉 Falso. Incluso con buena salud, pueden ser un auténtico apoyo.

 

Los probióticos no sustituyen ni a una alimentación variada y equilibrada, ni a un estilo de vida sano. Sin embargo, cuando se seleccionan rigurosamente y se utilizan de manera apropiada, pueden contribuir a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal y favorecer así la salud global.14

Desde hace muchos años, el laboratorio PiLeJe realiza y publica investigaciones profundas sobre las cepas probióticas, tanto para evaluar su estabilidad en diferentes condiciones fisicoquímicas como su impacto sobre la salud. Estos trabajos contribuyen a hacer progresar la investigación científica en este ámbito en constante evolución. ¡Todavía están por explorar numerosos campos de aplicación!

experiencia del laboratorio PiLeJe

¿Quién puede aconsejarte?

Según tu estado fisiológico, puedes pedir consejo a un farmacéutico o consultar a un médico formado en microbiotas, micronutrición y fitoterapia.

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Fuentes

(1) Organización Mundial de la Salud - OMS/WHO, 2001
(2; 4; 11; 14) ISAPP (Probiotics - International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics) 
(3; 13) Grumet L, Tromp Y, Stiegelbauer V. The Development of High-Quality Multispecies Probiotic Formulations: From Bench to Market. Nutrients. 2020 Aug 15;12(8):2453. doi: 10.3390/nu12082453. PMID: 32824147; PMCID: PMC7468868.  
(5) Inserm, 2021  
(6) Probiotics Drinks: Balancing the Benefits with Possible Side-Effects October 2024. International Journal of Biotech Trends and Technology 14(2). DOI:10.14445/22490183/IJBTT-V14I2P102  
(7) Tompkins TA et al. The impact of meals on a probiotic during transit through a model of the human upper gastrointestinal tract. Benef Microbes. 2011 Dec 1;2(4):295-303.  doi: 10.3920/BM2011.0022. PMID: 22146689.  
(8) Winston EA., et al. Acute and persistent effects of commonly used antibiotics on the gut microbiome and resistome in healthy adults. Cell Reports 2022;39.   
(9) Cai, et al. Comparative efficacy and tolerability of probiotics for antibiotic-associated diarrhea: Systematic review with network meta-analysis. UEG Journal 2018;6(2):169-180.  
(10) Liao et al., Probiotics for the Prevention of Antibiotic-associated Diarrhea in Adults. Journal of Clinical Gastroenterology 2021;55:469-480.  
(12) De Vrese M, Winkler P, Rautenberg P et al. Effect of Lactobacillus gasseri PA 16/8, Bifidobacterium longum SP 07/3, B. bifidum MF 20/5 on common cold episodes: a double blind, randomized, controlled trial. Clin Nutr. 2005;24(4):481-91.