La microbiota intestinal desempeña un papel esencial para la inmunidad: su composición en bacterias influye sobre la calidad del sistema inmunitario, sobre su eficacia y, por lo tanto, sobre el control de las alergias.
Los prebióticos, como los probióticos, forman parte de las pistas estudiadas para prevenir mejor el fenómeno alérgico.
Este interés por los prebióticos se debe a su capacidad de favorecer el crecimiento de las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal.
Un estudio para probar la eficacia de los prebióticos
Un equipo de investigadores del INSERM se ha propuesto el objetivo de modificar la microbiota intestinal mediante el aporte de prebióticos en el animal, de manera precoz, interviniendo antes del nacimiento y durante los primeros meses de vida, para conseguir prevenir el riesgo de alergias, que aparecen generalmente durante los primeros años de vida.
Para probar la eficacia de los prebióticos, los investigadores administraron diariamente un complemento prebiótico (galactooligosacáridos e inulina) a ratonas en gestación y durante la fase de lactancia de las crías. Tres semanas después del destete de los pequeños, estos últimos se expusieron a proteínas de trigo potencialmente alergizantes.

¿Resultado?
Los investigadores constataron que los ratoncitos nacidos de madres que habían recibido los prebióticos reaccionaban menos que los otros a los alergenos. Por otra parte, en los animales alérgicos, los síntomas también se limitaban con la toma de prebióticos.
Ante estos efectos prometedores, el reto actual de los investigadores es realizar el mismo estudio administrando prebióticos a mujeres que presentan riesgo de transmisión de alergia a su hijo debido a sus antecedentes personales o familiares, durante el embarazo y durante la lactancia.