La crisis sanitaria afecta especialmente a las personas y a su ritmo de vida. La última encuesta Coviprev1 sobre la salud mental de las personas durante la epidemia de COVID-19 muestra que el 23 % de ellas sufren ansiedad y el 66 % declaran que tienen problemas de sueño. Estos dos estados pueden tener consecuencias nefastas en la vida cotidiana: somnolencia, despertar nocturno, trastornos de la atención. Un estudio publicado ha puesto en evidencia el interés de una complementación a base de eschscholtzia y valeriana, dos plantas que mejoran la calidad del sueño.
¿Qué es el insomnio debido a la ansiedad?
El insomnio se caracteriza por los síntomas siguientes, que deben aparecer al menos tres veces a la semana:
- dificultad para conciliar el sueño (más de 30 minutos);
- despertar nocturno o demasiado precoz;
- un sueño no reparador o de mala calidad con repercusiones diurnas (fatiga, trastornos de la atención y la concentración, irritabilidad, etc.).
El insomnio por ansiedad, también llamado insomnio de ajuste, es más bien de corta duración (unos días) y suele asociarse a un acontecimiento puntual o una situación nueva, causante de estrés y que requiere una adaptación.
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La eschscholtzia y la valeriana, dos aliadas contra el insomnio de origen ansioso
Algunos extractos de plantas como la valeriana y la eschscholtzia son conocidos por sus efectos ansiolíticos, hipnóticos y sedantes.
Un estudio observacional2 ha evaluado el interés de una asociación de valeriana y eschscholtzia en el marco de un insomnio de ajuste.
Un grupo de médicos generales estudió a 36 adultos de 18 a 65 años que padecían un insomnio de ajuste.
Tenían que presentar un índice de gravedad del insomnio (IGI) estrictamente superior a 7 y un índice de ansiedad (índice de Hamilton) comprendido entre 1 y 29.
Se les recomendó que tomaran una complementación de un mes con una asociación de extractos de valeriana y eschscholtzia.
Los resultados muestran que el índice IGI disminuyó significativamente después de un mes de complementación, así como el nivel de ansiedad de los pacientes. Otros parámetros también mejoraron significativamente, como la duración total del sueño, la eficacia del sueño, el número y la duración de los despertares durante la noche.