Utilización ancestral
Los amerindios fueron los primeros que la emplearon en afecciones variadas: heridas, enfermedades venéreas, fiebre, mordeduras de serpiente. En el siglo xix, los colonos comerciaron con ella. Se introdujo en Europa hacia 1895 y su uso se extendió para el tratamiento de múltiples afecciones.
Botánica
La equinácea es una planta vivaz de tallos rectos, gruesos, ramificados y velludos de aspecto encerado. Mide de 60 a 180 cm de altura. Sus flores son púrpura y se reúnen en bolas. Se encuentra en los bosques rocosos claros y los prados. En terapéutica, se utiliza la raíz.

Propiedades
Estudios recientes sobre la equinácea confirman que la raíz posee propiedades inmunomoduladoras, que actúan sobre la activación de diferentes células de la inmunidad1,2,3,4. Esta acción se debe a la sinergia de las dos principales familias de activos de la raíz, las alquilamidas y los polisacáridos. Además, sus propiedades antibacterianas y antivíricas la convierten en una planta importante en la prevención de las infecciones ORL de repetición5.
Indicaciones
- Prevención y tratamiento de las afecciones ORL y pulmonares
Posibles asociaciones
Equinácea + Ciprés:
estado gripal, catarro.

Equinácea + regaliz:
anginas víricas, faringitis.

Equinácea + rábano negro:
prevención de la sinusitis crónica recidivante.

Equinácea + pino silvestre:
bronquitis con tos productiva.

Equinácea + llantén:
bronquitis con tos seca.

Precauciones de empleo
En prevención, son preferibles las curas de 5 días de cada 7 o de 1 semana al mes. En caso de enfermedad autoinmune o progresiva, pida consejo a su médico. Contraindicada en las personas alérgicas a las asteráceas.