Bacterias: ¿amigas o enemigas?
Hasta recientemente, las bacterias se asociaban más a la idea de enfermedad que a la de buena salud. Aunque numerosas especies bacterianas son claramente dañinas y producen enfermedades, algunas mortales (por ejemplo, los estafilococos, que son los primeros agentes de las infecciones nosocomiales), otras son esenciales para nuestro buen estado de salud.
Gracias a los progresos de la investigación y a los avances técnicos, se ha podido mejorar la imagen de las bacterias: actualmente, existen casi dos decenas de trabajos de investigación y cientos de publicaciones científicas que muestran los beneficios de ciertas bacterias para la salud.
Por lo tanto, no todas las bacterias realizan las mismas funciones. El aumento de los conocimientos ha permitido establecer clasificaciones, que han dado lugar al desarrollo de «cócteles» de bacterias beneficiosas, que reciben el nombre de probióticos.
Probióticos
Probióticos La palabra probiótico viene del griego pro, que significa 'a favor', y biotikos, que significa 'la vida'.
En 2001, la Organización Mundial de la Salud (OMS)1 definió los probióticos como « microorganismos vivos que, cuando se ingieren en cantidad suficiente, ejercen efectos positivos sobre la salud, más allá de los efectos nutricionales tradicionales ».
¿Qué es la microbiota intestinal?
La flora intestinal, o microbiota intestinal, representa el conjunto de los microorganismos que viven en el intestino, incluidos el intestino delgado y el colon.
Concretamente, los probióticos, o cepas microbióticas, permiten reforzar temporalmente la microbiota intestinal, para que se restablezca el equilibrio entre bacterias buenas y malas, y las primeras puedan prevalecer sobre las segundas.
Cuanto más importante sea el número de bacterias beneficiosas, más favorable será el efecto sobre la salud.
En realidad, la presencia de las bacterias no es anodina, porque están implicadas en numerosas funciones, en especial:
- La digestión.
- La síntesis de vitaminas B y K.
- La producción de moléculas necesarias para el organismo (como los ácidos grasos de cadena corta).
- El reforzamiento del sistema inmunitario.
- La creación de un «efecto de barrera» que se opone a la colonización del intestino por bacterias malas.
Relaciones de la microbiota con la salud
Numerosos estudios han demostrado que la calidad de la microbiota intestinal está estrechamente relacionada con diferentes parámetros de salud y enfermedades:2
- La digestión (hinchazón, estreñimiento, diarrea).
- Las enfermedades inflamatorias del intestino (rectocolitis hemorrágica, enfermedad de Crohn).
- La diabetes.
- La obesidad.
- Ciertos tipos de cáncer.
- Ciertas enfermedades neuropsiquiátricas (autismo, esquizofrenia, ansiedad, depresión, trastornos bipolares).
Pruebas científicas
En la actualidad, existe consenso sobre el interés de los probióticos en el medio científico y médico.3
Se han estudiado en diversas situaciones, que permiten tener una visión ampliada de sus acciones sobre la salud. Sus efectos beneficiosos se han demostrado especialmente en :
- La prevención de la diarrea debida a los antibióticos (véase el estudio).
- La mejora del síndrome del colon irritable (véase el estudio).
- El tratamiento del estreñimiento (véase el estudio) y la mejora del tránsito (véase el estudio).
- El alivio en caso de intolerancia a la lactosa (véase el estudio).
- El tratamiento de las alergias (véase el estudio).
- La lucha contra la bacteria Helicobacter pylori, que provoca una inflamación del estómago (gastritis crónica) que puede producir úlceras e incluso cáncer (véase el estudio).
Cepas probióticas para acciones específicas
Existe una multitud de bacterias diferentes, pero pocas pueden utilizarse como probióticos. Las que se pueden elegir son esencialmente bacterias lácticas, es decir, bacterias que fermentan los azúcares en ácido láctico, que pertenecen a cuatro géneros (lactobacilos, bifidobacterias, estreptococos y lactococos) y comportan miles de especies y cientos de miles, incluso más, de cepas diferentes.
Cada cepa posee propiedades específicas. Por lo tanto, no existe un probiótico universal. A cada problema de salud, le corresponde, llegado el caso, una cepa que se ha probado y se ha mostrado eficaz.
Los datos disponibles actualmente permiten relacionar ciertas cepas con efectos específicos (tabla no exhaustiva):
Cepas | Efecto/s | Estudio |
---|---|---|
Lactobacillus rhamnosus | Prevención de la diarrea debida a la toma de antibióticos |
Armuzzi et al, 2001 publiée dans "Alimentary and Pharmacology Therapy, 15, 163-169" Cremonini et al. 2002 publiée dans "American Journal of Gastroenterology, 11, 2744-2749" |
Bifidobacterium longum, Lactobacillus helveticus, Lactococcus lactis, Streptococcus thermophilus | Prevención de la diarrea debida a la toma de antibióticos | Drouault-Holowacz et al., 2008 publié dans "Gastroentérologie Clinique et Biologique, 32, 147-152" |
Lactobacillus gasseri | Reforzamiento de la barrera intestinal | Alard et al. 2018 publiée dans "Benefical Microbes" 9(2): 317-331 |
Lactobacillus plantarum | Prevención de la candidiasis vulvovaginal | Palacios et al, 2016 publiée dans "European Journal of Clinical Microbiology & Infectious Diseace 2016 Oct;35(10):1701-8." |
Por lo tanto, cada cepa probiótica es única e insustituible. Sus cualidades le son propias y no pueden extrapolarse a las otras cepas de la misma especie.
Criterios de selección de los probióticos
Para que los probióticos sean de buena calidad y tengan efectos beneficiosos, deben cumplir ciertos criterios, que deben tenerse en cuenta al elegir un probiótico.
- Cepa/s identificada/s
Es primordial elegir un probiótico cuya cepa o cepas se hayan estudiado y cuyos efectos se hayan demostrado. - Gastrorresistencia demostrada
Cuando un probiótico se ingiere, tendrá que avanzar por medios extremos y resistir la acidez del estómago, las enzimas digestivas, las sales biliares, etc. Si las bacterias no resisten estas condiciones, no llegarán al intestino delgado y al colon vivas y no podrán ejercer sus efectos beneficiosos. - Trazabilidad
La trazabilidad se establece según procedimientos normativos que permiten asegurar la seguridad del consumidor, que garantizan el registro del producto o la reactividad del fabricante en caso de accidente.
Deben privilegiarse los probióticos fabricados en empresas que respeten las buenas prácticas de fabricación de la industria farmacéutica, que dispongan de una larga experiencia en la manipulación de esta materia viva y que estén regularmente controladas por las autoridades competentes. - Estabilidad de las cepas
Este parámetro garantiza la viabilidad del probiótico en el medio ambiente (temperatura/humedad) en el tiempo, en condiciones de conservación normales. Esta estabilidad se basa en las características de la cepa, la elección de los ingredientes que entran en la composición del probiótico y un envoltorio protector frente al aire y la humedad, preferentemente los sobres o las cápsulas en blíster. - Adhesión a la mucosa intestinal
Una buena adhesión del probiótico representa su capacidad de fijarse a las células del intestino. Si la adhesión es satisfactoria, el tiempo de presencia de las cepas probióticas en el intestino aumentará. En efecto, un probiótico solo transita por el organismo (excepto en caso de dosis muy elevadas). Una buena adhesión permite optimizar la interacción entre las bacterias de la microbiota y los sistemas relacionados (sistema inmunitario, en especial).
¿Cómo elegir un probiótico que responda a estos criterios? Reflejo correcto
Los profesionales de la salud (médicos, farmacéuticos, etc.) está cada vez más formados en las recomendaciones sobre los probióticos y actualizan sus conocimientos regularmente.
La elección del probiótico adecuado será más fácil con la ayuda del médico o el farmacéutico. Dará valiosos consejos.