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Vitamina A

La vitamina A contribuye al mantenimiento de unas mucosas, una piel y una visión normales.

Las principales funciones biológicas de la vitamina A 

La vitamina A* (o retinol) es un regulador de la expresión de los genes y, por lo tanto, desempeña un papel esencial en el crecimiento y el mantenimiento de la integridad de las células.

Contribuye :

  • al mantenimiento de unas mucosas,
  • una piel y una visión normales,
  • al funcionamiento normal del sistema inmunitario
  • al metabolismo normal del hierro (Comisión Europea, 2016). 

*Resultados de las evaluaciones científicas realizadas para las alegaciones de salud por la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (Comisión Europea, 2016). Alegación de salud: toda alegación que afirme, sugiera o implique la existencia de una relación entre, por una parte, una categoría de productos alimentarios, un producto alimentario o uno de sus componentes y, por otra parte, la salud.

La ingesta de referencia

La vitamina A está disponible en la alimentación en forma de vitamina A preformada (es decir, de retinol) y de provitamina A (término que agrupa al betacaroteno, el alfa-caroteno y la beta-criptoxantina), que el organismo puede convertir en retinol (EFSA, 2015). Por consiguiente, la ingesta de referencia para la vitamina A se expresa en equivalente de retinol (ER) para tener en cuenta la actividad vitamínica debida a la conversión efectiva de la provitamina A en retinol (por ejemplo, 1 μg betacaroteno es igual a 1/12 μg de equivalente de retinol) (ANSES, 2016).

Ingesta de referencia para la población (IRP)

Vitamina A

En los niños de 7 meses a 17 años, la IRP se estima entre 250 y 750 μg ER/d (EFSA, 2015). Cabe señalar que, durante el embarazo, una gran cantidad de vitamina A es utilizada por el feto; la IRP recomendada es de 700 μg ER/d. De la misma manera, durante la lactancia, la IRP aumenta a 1300 μg ER/d para compensar la pérdida de vitamina A por la leche materna (EFSA, 2015).

La ingesta de referencia para la población establecida por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y/o por la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, en Medio Ambiente y el Trabajo (ANSES) es el aporte que cubre las necesidades de casi toda la población considerada, estimada a partir de los datos experimentales. Corresponde a la antigua IDR, ingesta diaria recomendada.

Las fuentes nutricionales

Una alimentación variada y equilibrada generalmente permite cubrir las necesidades de vitamina A estimadas por la ingesta de referencia. El retinol está presente en alimentos de origen animal, como el aceite de pescado, el hígado de aves y la mantequilla, mientras que la provitamina A es de origen vegetal (ANSES, 2016). La vitamina A resiste bien el calor y sigue presente en los alimentos cocinados.

RETINOL

ALIMENTOS CONTENIDO (µg/100g)

Aceite de hígado de bacalao

30 000

Hígado de pavo

10 800

Mantequilla

675

BETACAROTENO

ALIMENTOS CONTENIDO (µg/100g)

Zanahoria

10 500

Boniato

8 290

Calabaza

6 020

Melón

2 020

Para saber qué otros alimentos contienen retinol o betacaroteno, consulte el sitio web de la ANSES.

Carencia y exceso de vitamina A

En los países industrializados, las carencias de vitamina A son raras. Una carencia de vitamina A puede producir numerosos trastornos, en especial, una disminución de la visión cuando la iluminación es baja (hemeralopía) e incluso ceguera visual.

La carencia de vitamina A es la primera causa evitable de ceguera del niño en el mundo (OMS 2011).

Un exceso de vitamina A se debe esencialmente a un aporte excesivo por automedicación prolongada. Una concentración sanguínea de retinol excesiva es tóxica, produce daños hepáticos y, llegado el caso, malformaciones del feto (EFSA 2015).

La estimación de la situación biológica de la vitamina A es delicada. En efecto, la vitamina A se almacena en el hígado y esta reserva hepática permite mantener la concentración sanguínea de retinol a un nivel constante durante varios meses. Por consiguiente, la concentración sanguínea de retinol solamente varía si las reservas hepáticas están agotadas o saturadas. Por lo tanto, la determinación de la vitamina A solo resulta útil en caso de deficiencia o de exceso extremos (Biofarma 2007; OMS 2011). 

Carencia: el término de carencia se reserva para los estados de déficit que se acompañan de manifestaciones clínicas evidentes (de lo contrario, se habla de deficiencia). 

Deficiencia: el término de deficiencia se reserva para los estados de déficit objetivables únicamente en el aspecto biológico mediante la utilización de marcadores de reservas. Los estados de deficiencia no se acompañan de manifestaciones clínicas específicas evidentes (Ministerio del Empleo y la Solidaridad francés 2000).

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