El sueño se divide en varios ciclos, cada uno de los cuales corresponde a funciones psicológicas particulares:
- El sueño lento ligero representa alrededor del 50 % del tiempo de sueño total. Es un estadio de transición entre la vigilia y el sueño.
- El sueño lento profundo es un momento clave para la producción de la hormona del crecimiento y la reparación tisular.
El sueño paradójico está destinado a los sueños y a la reparación neuropsíquica:
- favorece el almacenamiento del aprendizaje en la memoria a largo plazo;
- permite poner «orden en los recuerdos» seleccionando la información de la víspera;
- gracias a los sueños, el cerebro elimina las tensiones de la jornada para fijar mejor lo aprendido.
Los diferentes estadios del sueño se caracterizan por modificaciones de la actividad cerebral, el comportamiento y las funciones fisiológicas. Estos diferentes estadios pueden alterarse y generar despertares nocturnos o precoces, o dificultades para conciliar el sueño.
El despertar nocturno
Uno de los signos descritos con mucha frecuencia es el despertar nocturno. Se caracteriza por uno o varios despertares a lo largo de la noche, en algunos casos con una dificultad para volver a dormirse. Estos despertares nocturnos pueden producirse de manera ocasional, pero también de manera más regular. El despertar nocturno puede considerarse como fisiológico, pues efectivamente se produce un ligero despertar en cada ciclo. El despertar al final de la noche o despertar precoz se caracteriza por un despertar prematuro, por la mañana temprano.
Si estos despertares nocturnos se vuelven frecuentes o si tienen repercusiones sobre la vida durante el día (somnolencia, fatiga o irritabilidad), es necesario pedir consejo a un profesional de la salud para determinar de forma precisa el origen del problema de sueño.
Dificultades para conciliar el sueño
El proceso circadiano se basa en las variaciones del funcionamiento del reloj biológico central. Este último determina, sobre todo, el momento de conciliar el sueño y despertar. Regula la alternancia de las fases de vigilia y sueño.
Algunos factores exteriores pueden modular su actividad, como las actividades sociales (trabajo) y biológicas (digestión o ejercicio físico). El estrés también puede producir dificultades para conciliar el sueño.
Desfase
Estos problemas se producen como consecuencia de una alteración del reloj biológico. Se habla de retraso de fase cuando una persona no tiene sueño antes de una hora avanzada de la noche y de avance de fase cuando una persona tiene problemas para permanecer despierta después de las 19 h.
Los problemas de ritmo circadiano del sueño son la consecuencia de una desincronización entre el ritmo endógeno circadiano y el ritmo impuesto por los sincronizadores externos (alternancia día/noche, obligaciones sociales y profesionales). Estas dificultades pueden producirse, por ejemplo, en caso de desfase horario (enlace artículo desfase).