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Micronutrición

Hierro

El hierro contribuye a la formación normal de los glóbulos rojos y la hemoglobina, a un metabolismo energético normal y a reducir la fatiga.

Las principales funciones biológicas del hierro en el ser humano

 

El hierro es un oligoelemento esencial para el transporte y el almacenamiento del oxígeno en el organismo. En efecto, el hierro es un constituyente de la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos (o hematíes o eritrocitos), que transportan el oxígeno de los pulmones hacia los tejidos. Por otra parte, entra en la composición de la mioglobina, que transporta y asegura el almacenamiento del oxígeno en los músculos (Guénard 2001).

 

El hierro también entra en la composición de enzimas que intervienen en reacciones metabólicas, como la síntesis del ADN, o de ciertos neurotransmisores, como la dopamina o la adrenalina (ANSES 2016).

 

El hierro también desempeña un papel en el proceso de división celular.

 

Contribuye:

  • al metabolismo energético normal,
  • al funcionamiento normal del sistema inmunitario
  • a una función cognitiva normal (Comisión Europea 2016).

La ingesta de referencia para la población (IRP)*

El organismo humano adulto contiene alrededor de 4 g de hierro.

 

El hierro se recicla, de modo que la absorción digestiva solamente se destina a compensar las pérdidas fisiológicas.

*A causa de las pérdidas menstruales más o menos abundantes.

 

Las mujeres son más susceptibles de presentar una carencia de hierro debido a las necesidades mayores de hierro durante las pérdidas menstruales, pero también durante el embarazo.

Las fuentes nutricionales:

Según su forma, el hierro se asimila mejor o peor. Existe:

  • El hierro hemínico (hierro ligado a un cofactor llamado hemo, de ahí su nombre) se absorbe en un 25 % de media. Está presente en la carne (sobre todo, roja) y el pescado (Chappuis 1991).
  • El hierro no hemínico, asimilado en un 5 % de media, se encuentra principalmente en las legumbres (lentejas, alubias, etc.), los cereales integrales y las especias (Chappuis 1991).

 

Veamos unos ejemplos de alimentos ricos en hierro:

Para saber qué otros alimentos contienen hierro, consulte el sitio web de la ANSES.

Carencia y exceso de hierro

Es posible padecer una deficiencia de hierro, el cual no da lugar a síntomas clínicos aparentes. Sin embargo, si esta deficiencia empeora, produce una carencia de hierro que conduce a una anemia ferropénica.

 

Los principales signos de una carencia de hierro son la palidez, la fatiga, la falta de aliento, los vértigos y los trastornos digestivos.

 

La anemia se define por una concentración de hemoglobina en la sangre inferior a los valores normales. La anemia por carencia de hierro tiene relación con una falta o una mala utilización del hierro por el organismo.

Según la OMS, 2000 millones de personas –es decir, más del 30 % de la población mundial– padecen anemia, principalmente a causa de una carencia de hierro (Organización Mundial de la Salud).

En el lado contrario, se encuentra el exceso de hierro, que se llama hemocromatosis. Puede producir efectos perjudiciales a largo plazo, como problemas cardiacos, diabetes, etc.

 

En caso de sospecha de carencia o sobrecarga de hierro, el médico puede solicitar un examen sanguíneo para valorar el metabolismo del hierro en el organismo, llamado «estudio marcial».

 

Comprende determinaciones que permiten valorar la cantidad de hierro circulante y en reserva, y evaluar los mecanismos de compensación eventualmente establecidos para enfrentarse a una carencia. Los exámenes que pueden solicitarse para un estudio marcial son (Recomendaciones HAS):

La concentración sérica de hierro o sideremia (Troadec, Loréal y Brissot 2006)

Concentración de 12 a 25 µmol en el adulto

  • Disminuye en los estados de carencia y los estados inflamatorios.
  • Aumenta en la sobrecarga de hierro, la hepatitis, la cirrosis, el alcoholismo crónico, la hemólisis, etc.

La concentración de transferrina o siderofilina: (Troadec, Loréal y Brissot 2006)

La transferrina asegura el transporte plasmático del hierro. Su concentración es de 2 a 4 g/L en el adulto.

  • Disminuye en caso de inflamación, de sobrecarga de hierro y en caso de insuficiencia hepática.
  • Aumenta en caso de carencia de hierro, embarazo y anticoncepción oral.

La concentración de ferritina plasmática:

La ferritina es una proteína que fija el hierro y permite almacenarlo, en especial en el hígado y el bazo. Su concentración es de 18 a 300 µg/L. Disminuye en caso de anemia por carencia de aporte de hierro (ferropénica) o por pérdidas sanguíneas (menstruación, hemorragias) o de necesidades elevadas (embarazo).

 

Se confirma:

  • una anemia por carencia de hierro cuando la ferritina sérica es inferior a 10 µg/L.
  • una sobrecarga cuando la ferritina sérica es superior a 400 µg/L

Pueden calcularse dos índices:

  • La capacidad de fijación de hierro de la transferrina (CTFT), es decir, la cantidad máxima de hierro que podría fijarse a la transferrina, que debe ser del orden de 40 a 80 µM.
  • El coeficiente de saturación de hierro de la transferrina (CST), que informa sobre el transporte y la liberación del hierro a las células que lo necesitan; debe estar comprendido entre el 20 y el 45 %.

*La ingesta de referencia para la población establecida por la ANSES es el aporte que cubre las necesidades de casi toda la población considerada, estimada a partir de los datos experimentales. Corresponde a la antigua IDR, ingesta diaria recomendada.

 

Carencia: el término de carencia se reserva para los estados de déficit que se acompañan de manifestaciones clínicas evidentes (de lo contrario, se habla de deficiencia).

 

Deficiencia: el término de deficiencia se reserva para los estados de déficit objetivables únicamente en el aspecto biológico mediante la utilización de marcadores de reservas. Los estados de deficiencia no se acompañan de manifestaciones clínicas específicas evidentes (Ministerio del Empleo y la Solidaridad francés 2000).

¿Quién puede aconsejarte?

Según tus necesidades, puede pedir consejo o consultar a un médico formado y competente en alimentación y micronutrición.
Para obtener las señas de un especialista cercano a ti, contacte con:

El Instituto Europeo de Dietética y Micronutrición (IEDM) en el 0810 004 336 o a través de su sitio web www.iedm.asso.fr

Referencias

  1. ANSES 2016, AVIS et RAPPORTS de l'Anses relatifs à l'actualisation des repères du PNNS: élaboration des références nutritionnelles. En línea: https://www.anses.fr/fr/system/files/NUT2012SA0103Ra-2.pdf, consultado el 4 de septiembre de 2018.
  2. Chappuis, P (1991), Les oligo-éléments en médecine et biologie. Lavoisier Tec et Doc, ed. París.
  3. Comisión Europea (2016), EU Register on nutrition and health claims, consultado el 10 de septiembre de 2018.
  4. Guénard, H. (2001), Physiologie humaine. Edition Pradel, ed. París (3.ª ed).
  5. Guérineau, B. (2010), Les secrets de la micronutrition: Albin Michel.
  6. Recommandations HAS, Choix des examens du métabolisme du fer en cas de suspicion de carence en fer. En línea: https://www.has-sante.fr/upload/docs/application/pdf/2011-11/rapport_devaluation_bilan_martial_carence_2011-11-09_17-21-31_723.pdf, consultado el 10 de septiembre de 2018.
  7. Troadec, M.-B.; Loréal, O.; Brissot, P. (2006), Métabolisme du fer. In: EMC - Endocrinologie - Nutrition, vol. 3, n.° 3, p. 1-10. DOI: 10.1016/S1155-1941(06)40611-9.