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Micronutrición

Cobre

El cobre contribuye al mantenimiento de un tejido conjuntivo normal, al metabolismo energético normal y al funcionamiento normal del sistema nervioso.

Las principales funciones biológicas del cobre

El cobre es un oligoelemento que entra en la composición de numerosas enzimas. El cobre interviene en la calidad del cartílago y la integridad del tejido conjuntivo (tejido que sostiene, une o distingue los diferentes órganos), la mineralización ósea, la regulación de los neurotransmisores, la función cardiaca, los mecanismos inmunitarios y el metabolismo del hierro. Finalmente, el cobre tiene un papel ambivalente en el estrés oxidativo1: contribuye a reacciones que reducen la concentración y luchan contra los efectos de las especies reactivas derivadas del oxígeno, pero, a la inversa, puede ser el origen de la producción de estas últimas (Anses 2016).

 

El cobre* contribuye:

  • al mantenimiento de un tejido conjuntivo normal,
  • al metabolismo energético normal,
  • al funcionamiento normal del sistema nervioso,
  • a la pigmentación normal del cabello,
  • al transporte normal del hierro en el organismo,
  • a la pigmentación normal de la piel,
  • al funcionamiento normal del sistema inmunitario
  • a la protección de las células contra el estrés oxidativo (Comisión Europea, 2016).

*Resultados de las evaluaciones científicas realizadas para las alegaciones de salud por la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (Comisión Europea, 2016). Alegación de salud: toda alegación que afirme, sugiera o implique la existencia de una relación entre, por una parte, una categoría de productos alimentarios, un producto alimentario o uno de sus componentes y, por otra parte, la salud.

1 El estrés oxidativo es una agresión de las células por partículas llamadas «derivados reactivos del oxígeno» (como, por ejemplo, los radicales libres) que se producen de forma permanente en el organismo. Favorecería el envejecimiento y estaría implicado en numerosas enfermedades, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

La ingesta de referencia para la población

La ingesta de referencia para la población es la siguiente (Anses 2016):

La ingesta de referencia para la población es el aporte que cubre las necesidades de casi toda la población considerada, estimada a partir de los datos experimentales. Corresponde a la antigua IDR, ingesta diaria recomendada.

 

En los niños, la ingesta adecuada se estima que es inferior a la de los adultos y aumenta con la edad. En la mujer embarazada o lactante, se recomienda un aumento de 0,2 mg/d (EFSA).
 

Las fuentes nutricionales

Las principales fuentes alimentarias de cobre son las vísceras, los crustáceos y los moluscos, así como los cereales (según los datos del CIQUAL, Anses 2017).

Para saber qué otros alimentos contienen cobre, consulte el sitio web de la ANSES.

Carencia y exceso de cobre

Una carencia de cobre puede traducirse por anemia, fragilidad ósea, retraso de crecimiento y mayor sensibilidad a las infecciones (Vidal 2014).

 

El consumo crónico de cobre a dosis elevadas puede producir trastornos hepáticos graves. Una suplementación prolongada a la dosis de 10 mg/d se considera que no tiene efectos dañinos (EFSA 2006). Sin embargo, las mujeres embarazadas, las que dan de mamar y las personas que padecen del hígado o los riñones no deberían ingerir más de 3 mg/d de cobre (Vidal 2014).

 

Carencia: el término de carencia se reserva para los estados de déficit que se acompañan de manifestaciones clínicas evidentes (de lo contrario, se habla de deficiencia).

 

Deficiencia: el término de deficiencia se reserva para los estados de déficit objetivables únicamente en el aspecto biológico mediante la utilización de marcadores de reservas. Los estados de deficiencia no se acompañan de manifestaciones clínicas específicas evidentes (Ministerio del Empleo y la Solidaridad francés 2000).

¿Quién puede aconsejarte?

Según tus necesidades, puede pedir consejo o consultar a un médico formado y competente en alimentación y micronutrición.
Para obtener las señas de un especialista cercano a ti, contacte con:

El Instituto Europeo de Dietética y Micronutrición (IEDM) en el 0810 004 336 o a través de su sitio web www.iedm.asso.fr

Referencias

  1. Anses (2016), Actualisation des repères du PNNS: Élaboration des références nutritionnelles. Rapports d’expertise collective. Édition scientifique. https://www.anses.fr/fr/system/files/NUT2012SA0103Ra-2.pdf, consultado el 14 de septiembre de 2018.
  2. Anses (2017), Table de composition nutritionnelle des aliments du Ciqual. https://ciqual.anses.fr, consultado el 14 de septiembre de 2018.
  3. Comisión Europea (2016), Résultats des évaluations scientifiques réalisées par l’Autorité européenne de sécurité des aliments pour les allégations de santé. EU Register on nutrition and health claims
  4. https://ec.europa.eu/food/safety/labelling_nutrition/claims/register/public/?event=search, consultado el 14 de septiembre de 2018.
  5. EFSA Scientific Opinion on Dietary Reference Values for copper, https://www.efsa.europa.eu/sites/default/files/consultation/150629a,0.pdf consultado el 24 de septiembre de 2018.
  6. EFSA (2006), Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies (NDA); Tolerable upper intake levels for vitamins and minerals. Edited by EFSA: EFSA, https://www.efsa.europa.eu/sites/default/files/efsa_rep/blobserver_assets/ndatolerableuil.pdf, consultado el 14 de septiembre de 2018.
  7. Vidal (2014), Cuivre. EurekaSanté
  8. https://www.vidal.fr/parapharmacie/complements-alimentaires/cuivre.html, consultado el 14 de septiembre de 2018.
  9. Ministère de l’Emploi et de la Solidarité (2000) Pour une politique nutritionnelle de santé publique en France. Enjeux et propositions. https://www.vie-publique.fr/sites/default/files/rapport/pdf/004001493.pdf, consultado el 5 de septiembre de 2018.